En Madre de Dios ikastetxea tenemos la gran suerte de contar con varios grupos de voluntariado desde 1º de ESO hasta 1º de Bachiller en torno a la Fundación M. Trinidad Carreras. Alumnado implicado y comprometido en la ayuda a los demás. El voluntariado es una de las acciones más poderosas para transformar comunidades, no solo a través de la ayuda directa, sino también por el impacto que genera en los propios voluntariosas. Participar en este tipo de actividades no solo cambia a las personas que reciben el apoyo, sino que también tiene el poder de fortalecer las relaciones dentro de las comunidades, crear vínculos significativos y fomentar una convivencia positiva.

El voluntariado va más allá de una simple actividad de apoyo. Se trata de un compromiso social que busca transformar la realidad de los demás mediante la acción desinteresada y nuestros voluntarios/as más veteranos así lo hacen acudiendo a la residencia del barrio de San Ignacio donde los más mayores disfrutan de su compañía mientras realizan trabajos manuales o juegos. Además, en colaboración con el proyecto “Gauean” de la comunidad cristiana de Ibarrekolanda, se acompaña a jóvenes inmigrantes compartiendo experiencias y momentos muy especiales que les hacen conectar con otras realidades y abrirse a invertir su tiempo en la entrega al que más lo necesita generando un entorno de aprendizaje compartido. Todo esto genera una red de apoyo en la que todos pueden crecer juntos.

En el contexto del voluntariado, la convivencia positiva adquiere una relevancia especial. Los voluntarios que participan en proyectos comunitarios no solo trabajan por un fin común de la propia Fundación, sino que también tienen la oportunidad de construir relaciones sólidas en otros entornos. Las actividades grupales, la toma de decisiones compartida y el intercambio de conocimientos son acciones que refuerzan la cooperación entre los miembros y fomentan una comunidad unida y resiliente.

Madre de Dios ikastetxea con el fomento de estos grupos mediante la Fundación M. Trinidad Carreras quiere nuestros voluntarios/as no solo ayuden, sino que también se enriquezcan con las perspectivas de los demás, ampliando su visión del mundo y encontrando soluciones innovadoras a los retos que enfrentan. Todo esto genera un entorno de aprendizaje una auténtica escuela de vida, donde la educación va más allá de las aulas tradicionales donde todos ellos y ellas se puedan transformar en testimonio de sus experiencias a todo su entorno.