Como cada año celebramos el nacimiento de la Madre Trinidad, como un hito importante que dio comienzo a su gran aventura por este mundo.

Es importante para nosotras las religiosas de la Congregación que hemos heredado su carisma y sentimos que también para todos cuantos con nosotras comparten misión y valores en nuestras obras apostólicas. La Obra de Madre Trinidad se extiende por el mundo en presencias educativas, centros sociales, pastoral parroquial y promoción femenina….que trasmiten los valores que ella nos inculcó con su vida y su palabra.

El 28 de enero todos los que le llamamos Madre Trinidad, nos unimos con gozo para felicitarnos y agradecer su vida entregada a los demás.

Su recuerdo se une al sentido profundo de la celebración del día de la Paz, que se celebra en fechas muy próximas. La Eucaristía, centro del carisma de la Madre Trinidad y de la Congregación, es la fuente del amor y de la paz. Por eso el próximo lunes, día 30, celebraremos el día de la paz y durante toda la semana iremos de la mano de Madre Trinidad en la oración por paz entre los hombres y entre los pueblos, abriendo puertas a la convivencia, la acogida y la solidaridad.